Las humedades por condensación aparecen sobre la cara interior de los cerramientos cuando su temperatura es inferior a la de rocío, lo que hace que el vapor de agua presente en el ambiente condense sobre el paramento al entrar en contacto con él, normalmente más frío.
Esto desemboca en manchas de condensación de color pardo e incluso negro intenso, seguidas de desprendimientos de los acabados y aparición de hongos de gran población y característico olor podrido.